Lo que se creía imposible hace sólo unos años, hoy ni siquiera llama la atención, pues se ha hecho realidad cotidiana vivir junto a las nuevas tecnologías de la información y la comu¬nicación (NTIC).
Chile es un país que ha alcanzado un umbral de desarrollo, pero existen tareas pendientes, como la desigualdad, la débil sociedad civil y la distancia entre la ciudadanía y el Estado.
Las NTIC son mucho más que objetos tecnológicos. Existen al interior de estas un complejo de relaciones personales, sociales e institucionales. Esto ha llevó a la creación de una política pública de acceso a la tecnología para los jóvenes, a través de la red Enlaces del Ministerio de Educación, que ha contribuido de manera decisiva a superar determinantes clásicos de desigualdad en ese ámbito. Hoy, mientras más joven se es, menor es la brecha entre grupos socioeconómicos en el acceso a las NTIC.
Si bien Chile ha reducido nítidamente la brecha con los países desarrollados, la difusión de las tecnologías no es lo suficientemente rápido como para que Chile continúe acercándose a esos países, se debe realizar un esfuerzo aun mayor.
La mitad de la población se siente dentro del mundo de las nuevas tecnologías y la otra mitad fuera. Esta distinción da cuenta de la existencia de dos mundos con vida propia, que en algunos casos incluso van más allá de la disposición efectiva de posibilidades materiales de acceso a las herramientas tecnológicas.
En conclusión se puede plantear que las NTIC no aseguran por sí solas un salto al futuro. Estas aportan al avance del desarrollo sólo en la medida en que la sociedad origine las capacidades y escenarios que permitan a las personas y grupos apoderarse de sus potencialidades y neutralizar sus peligros para ponerlas al servicio de sus propias necesidades.
fuente: Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo
Sitios de interés
http://www.enlaces.cl/index.php?t=44&i=2&cc=596&tm=2
http://www.uv.es/~reguera/menu.htm
